miércoles, 11 de septiembre de 2013

 Debacle social y  económica, ¿Responsables los mandatarios de turno o el modelo que  colapsó?

Libardo Sánchez Gómez


En  el mundo entero un puñado de familias  se adueñaron de los bienes de la tierra y amenazan con esclavizar a la humanidad,  y lo han logrado llevando a su máxima expresión el capitalismo: el imperialismo; desde el imperio un centro de poder corporativo  toma las decisiones a nivel global.  El  común de la gente cree que el responsable de su desesperanza y desesperante situación social y económica es el mandatario de turno de cada uno de los países; y vive en   anhelante búsqueda de un líder, mujer, hombre o intermedio, que haga el milagrito de solucionar sus angustias y, de paso, los convierta en millonarios y poderosos.    

Los  países han contado  con jefes  que parecen  verdaderos genios, pero la mayoría han sido torpes o ignorantes, incluso, hasta con animales; al respecto el presidente Fidel Castro dijo, refiriéndose al caso Norteamericano, que si los romanos habían nombrado en el senado un caballo porque los Estados Unidos no podían nombrar en la presidencia  un burro, haciendo alusión a Bush segundo. Repasando en Colombia la lista de  gobernantes  pasados, presentes, futuros y, también,  los que pudieron ser, se encuentra una gama variopinta de personajes, algunos ilustres  iletrados como Alberto Lleras,  Lleras Restrepo y Turbay Ayala; otros letrados, pero  ignorantes,    como Virgilio Barco y Andrés Pastrana; la mafia también contó con su representante nada más ni nada menos que con el “Gran Colombiano”, No. 82 en la lista de honor de extraditables de la DEA. Entre los presidentes con academia sobresalen César Gaviria Trujillo, Samper Pizano y el mismo mesías  Álvaro Uribe. La gente los fue eligiendo con la manifiesta esperanza de encontrar en ellos al redentor; y   nunca pudo entender cómo era que se había equivocado, siempre quedó la espinita de que hubiera sido mejor el otro candidato de turno. Y pervive una truncada esperanza en el alma colectiva, el convencimiento pleno de que los asesinados Gaitán y Galán hubiesen sido los elegidos por los dioses para salvar la humanidad de este rincón del planeta.

Para conocer  el  monstruo  que nos come en vida  basta con realizar una mínima disección in vivo del modo de organización social donde nacemos, nos  reproducimos y vamos muriendo. ¿Se encontrará en el intestino de ese monstruo la fatal enzima que  disuelve las ilusiones de la humanidad?

Partamos identificando al monstruo en descompsición, su cuerpo corresponde al modo de producción  llamado capitalismo.  Una  radiografía muestra que su filosofía ha puesto sus colmillos en el lomo de la acumulación y  el consumo; su principio y fin están en acumular riquezas y consumir bienes. En este modo de organización social las relaciones de producción se dan entre poseedor y desposeído. En  torno al cumplimiento de su esencia el modelo arma  una cultura específica, determina unas leyes para el beneficio de los acumuladores,  utiliza a su favor la  religión y dirige el quehacer político a su antojo. Pero este monstruo no permite que todos los seres humanos acumulen riquezas, sólo pueden hacerlo aquellos individuos que, en algún momento de la historia, se adueñaron de los medios para producir, es decir del capital, la tierra, la tecnología y la información; los demás seres lo único que pueden hacer para sobrevivir es vender su capacidad de trabajar.   La  dinámica digestiva hace que   miles de millones de mujeres y hombres pasen por su intestino sin oficio alguno, sin encontrar quien quiera  utilizar su capacidad de trabajo aunque sea por un plato de lentejas. En gran parte las máquinas les han remplazado.

Según las últimas investigaciones los dueños de los medios de producción, es decir, los ricos corresponden solamente al 0.069% de la humanidad lo que indica que 700 familias suman más bienes que 7 mil millones de habitantes en el planeta. En Colombia se dice que 5 familias monopolizan poder y riquezas.  Esta situación   genera una cultura de violencia, los ricos no quieren que los demás acumulen y los desposeídos desean arrebatarles sus posesiones  a como dé lugar. Como  los privilegiados están lejos de su alcance, la violencia termina dándose entre los mismos pobres; algunos roban para conseguir alimentos para ellos y sus hijos, otros pensando en convertirse en ricos; algunos buscan el dinero fácil en el narcotráfico, en la contratación estatal, en la corrupción oficial y privada o en los secuestros. Un grupo de individuos, desde una posición altruista, se alzan en armas para tratar de equilibrar la balanza,  su meta está en derrocar las castas enquistadas en el poder, con la finalidad de transformar  el modo de producción en uno que no genere tantas contradicciones. 

Con  leyes y normas,  con el paso del tiempo, los ricos también han logrado que el modelo avance por inercia, incluso, sostienen que hay una mano invisible que los guía armonizando el sistema. Esta fábula en parte es cierta, pues si bien los mercados no se regulan por sí solos, la administración, en manos del respectivo poder ejecutivo, ha logrado desde lo local hasta la presidencia avanzar  automáticamente; y acá es donde da lo mismo un burro en la presidencia, gobernación o alcaldía, que un sabio. Veámoslo mejor con un ejemplo: Santos nombró como ministro de agricultura a Juan Camilo Restrepo un hombre con conocimientos académicos, mucha experiencia y un zorro político;  y éste  terminó quemado como si fuese un volador relleno con pólvora mojada; el siguiente ministro al enfrentar el paro Agrario Nacional dio la impresión de que la cartera  agrícola estaba en manos de un descerebrado. Respecto del último ministro de Agricultura, se preguntan los negociadores en La Habana, cuyas propuestas coinciden con las de los campesinos en Paro Agrario Nacional en las mesas que ha abierto el Gobierno para tratar de confundirlos: ¿”Puede ser el señor Lizarralde el ministro adecuado que resolverá los múltiples problemas planteados por los campesinos que sobre todo claman por la tierra que el mismo ministro se ha apropiado indebidamente en escenarios como el Vichada? ¿Puede ser este el funcionario idóneo para tratar los problemas derivados de la imposición de los TLC? ¿Qué garantías para la reforma agraria, podría brindar un ministro que se ha opuesto encarnizadamente a las zonas de reserva campesina”?  Como se ve nómbrese a quien se nombre los resultados serán los mismos. El modelo económico hizo agua y el barco avanza sin control alguno.

¿Cómo evitar  que el barco se les hunda? Amainando la  tormenta  con las armas, intentando a toda costa  que pase lo que pase no pase nada. Al capitalismo mundial no le queda otra que acudir a la fuerza; para eso en Colombia  la chusma en el poder cuenta con medio millón de hombres regulares armados y unos doscientos mil irregulares  paramilitares.  Movilizando   el grueso de las tropas lograron poner un poco de orden “a la guachafita campesina”, como le llamó la atarantada periodista María Isabel Rueda al Paro Nacional Agrario.  El terror es la solución para que  la   economía, con unos pañitos de agua  tibia, siga funcionando aunque sea a media marcha.

Con  la promesa de no subir más el ACPM durante lo que resta del año el Gobierno logró que los transportadores aceptaran a regañadientes levantar el paro. Los     productores campesinos, que negocian en Tunja, si bien no están del todo  contentos, ante la amenaza de Santos de enviar al ejército a las carreteras, para evitar ver caer a sus compañeros a manos de los militares dieron la orden de desbloquear las vías. Iragorri, inicialmente, pensó que los había convencido de conformarse con que se apliquen las salvaguardas, que permiten subir algunos aranceles a los productos agropecuarios y disminuir las importaciones de leche. En cuanto a los precios de fertilizantes el escollo es mayúsculo, pues por un lado este es un asunto que está en las manos de las transnacionales y por otro lado están negociando nada menos que con el señor Iragorri, el más grande importador de agro-insumos. Los voceros campesinos tienen claro que estas medidas sólo alargarán su agonía, pues dichas salvaguardas solamente se podrán hacer efectivas máximo durante tres años, luego el sector agropecuario en el corto plazo definitivamente colapsará. Por lo que se unieron a la gran Mesa Nacional y allí el tire y afloje será hasta que la cuerda reviente por alguna de las partes.

Como la estrategia económica está agotada los VÁNDALOS en el poder recurren a la estrategia del terror, así se ha impuesto el capital a nivel mundial.  La clase o, mejor, chusma en el poder, pues no son   más que un puñado de herederos de vándalos que,  a sangre y fuego, a través del tiempo desde la independencia española se hicieron al poder, cuentan con el ESMAD y el ejército para conjurar la turbulencia social.

Otro ardid de la casta dominante  está en  focalizar la atención de la opinión pública a través de los grandes medios de comunicación hacia un ángulo específico de las propuestas, las cuales  cubren la geografía nacional,  y este ángulo es el de “la violencia popular” resultado del inevitable choque entre manifestantes y fuerza pública, calculadamente fabricado por los militares.  RCN y CARACOL no muestran los videos tomados en vivo y en directo donde los vándalos del ESMAD disparaban, mutilaban campesinos, agredían ancianas,  niños y mujeres embarazadas, sino los desmanes de los “vándalos del populacho”,  personas paridas por el pueblo excluido, residuos sociales que no han tenido acceso a la educación y que no tienen posibilidad alguna de acceder a un trabajo, a menos que ingresar como policías del ESMAD.  Poco  a poco   se ha venido sabiendo que muchos de estos “violentos” son policías de civil y otros hacen parte delas BACRIM, organización paramilitar gestada y protegida por el Estado, en fin VÁNDALOS.

Una estrategia de gran efecto dentro de las masas es la de buscar un culpable. Los EE UU le  echaron la culpa de su hundimiento  al terrorismo, para lo cual fabricaron el falso positivo más grande en este país: el ataque a las Torres Gemelas más  conocido como el 11 de septiembre. Y el grupo culpable fue Al Qaeda, el mismo que hoy día les hace el trabajo sucio en Siria.  En Colombia el culpable también es el terrorismo, según el  “Gran Colombiano”,  creador de las CONVIVIR responsables de miles de asesinatos de gente inocente, dijo que la culpa de todos los males y pobreza eran las guerrillas. Y él  fue ejemplo como ningún otro de terrorismo de estado y   de falsos positivos.

Y ahora que las guerrillas anuncian que depondrán las armas, ¿cuál será el culpable de la debacle social y económica?




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